Marco Quilca León

El primer escenario -el ideal-, según pudo conocer DT, era que Paolo Guerrero llegase a Trujillo el 10 de febrero, una semana después de ser presentado oficialmente como jugador de César Vallejo. Su arribo se postergó: iba a ser el lunes 12 o martes 13. “Queremos presentarlo a lo grande en el Mansiche”, nos habían dicho fuentes directas del club norteño. Sin embargo, un giro inesperado sucedió el último domingo 11: “¡Paolo no quiere ser ‘Poeta’!”, señalaron y la bomba explotó.