Fernando Vivas

“El ruido político perturba y afecta nuestra imagen país frente a las clasificadoras de riesgo”, decía el primer ministro Gustavo Adrianzén días atrás y rogaba a las fuerzas políticas no hacer lío. Culpaba a los demás por la baja de BBB a BBB- que nos hizo Standard & Poor’s y por las advertencias de Fitch Ratings que, esa sí, nos mantiene en BBB (Código de S&P: De AA+ a BBB- se mantiene el grado de inversión, de BB+ hacia abajo se pierde. Por lo tanto, estamos al filo de la navaja).