Jorge Paredes Laos

Durante los primeros meses de 1823 las noticias no habían sido buenas para el ejército libertador. Tras la partida de San Martín y el estrepitoso fracaso de la campaña de los puertos intermedios, en Torata y Moquegua, las tropas no solo acusaban cuantiosas pérdidas humanas y materiales, sino también continuas deserciones. En lo político, el ambiente tampoco era el mejor. Luego del motín de Balconcillo, que depuso a la Junta Gubernativa presidida por José de la Mar, el Congreso nombró como presidente a José de la Riva-Agüero, quien se esforzó por reconstruir las milicias patriotas y organizar una nueva campaña contra los españoles en el sur, bajo los mandos de Andrés de Santa Cruz y Agustín Gamarra. Pero pronto, el nuevo presidente se vio inmerso en pugnas insalvables con el Poder Legislativo.