Jorge Paredes Laos

Películas como Her, Jeff Drives You y series como Black Mirror lo anticiparon. Era posible la conexión entre un humano y un avatar al punto de enamorarnos de él o de ella; o de creer que podemos intimar con esa voz cálida que nos habla y susurra en el celular, y que está pendiente de nosotros las 24 horas del día. Al menos, eso es lo que ofrecen plataformas como Replika, Intimate, Lover.A.I., TrueMate o simuladores de citas como Blush o Aimm, que afirman ser capaces de “crear relaciones reales”. ¿Será esta la forma de hallar el amor en este virtualizado siglo XXI? ¿Pueden los chatbox convertirse en parejas no humanas?