Roger Zuzunaga Ruiz

y enfrentan una situación crítica debido a la sequía, lo que ha llevado a sus autoridades a implementar racionamientos de agua o electricidad y a decretar la suspensión de jornadas laborales para ahorrar energía. Ambos países son potencias hídricas, pero la falta de lluvias ha casi vaciado sus embalses. A ello se debe sumar también el déficit de infraestructura y la dependencia de de las centrales hidroeléctricas para satisfacer la demanda de energía en ambas naciones.

En el caso de Ecuador, además del fenómeno El Niño y de la crisis climática, el propio Gobierno del presidente ha mencionado también un boicot como la causa de la falta de energía.

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Estas son las claves para entender el problema por el que atraviesan ambos países:

Apagones en Ecuador

La gente se encuentra dentro de una tienda oscura debido al racionamiento de luz en Quito, Ecuador, el 18 de abril de 2024. (Foto de Rodrigo BUENDÍA / AFP).
La gente se encuentra dentro de una tienda oscura debido al racionamiento de luz en Quito, Ecuador, el 18 de abril de 2024. (Foto de Rodrigo BUENDÍA / AFP).
/ RODRIGO BUENDIA

El pasado 17 de abril, Ecuador anunció un nuevo plan de racionamiento de energía de hasta 13 horas en algunos lugares, con un promedio de ocho horas a escala nacional en distintas ciudades y zonas según factores de consumo.

Incluso el Gobierno de Noboa decretó “la suspensión de la jornada laboral los días jueves 18 y viernes 19 de abril”.

Pero con el paso de los días los racionamientos han bajado de forma paulatina y el pasado martes fueron de dos horas en promedio como en el caso de Quito, informó la agencia EFE.

Y el 2 de mayo, ante la mejora en los caudales de los ríos que alimentan a varias centrales hidroeléctricas, el Gobierno dijo que se suspenderán por cuatro días los apagones programados a nivel nacional. El domingo, finalmente el Ejecutivo anunció la suspensión durante una semana más de los apagones, pero aclaró que ello no supone que se haya superado la crisis energética.

Cada hora de racionamiento eléctrico


provoca pérdidas por unos 12 millones de dólares, según el ministro de Energía de Ecuador Roberto Luque.

El embalse de Mazar, clave para Ecuador

La sequía en la central hidroeléctrica de Mazar, en Las Palmas, Ecuador, el 18 de abril de 2024. (Foto de Edwin Tapia/AFP).
La sequía en la central hidroeléctrica de Mazar, en Las Palmas, Ecuador, el 18 de abril de 2024. (Foto de Edwin Tapia/AFP).
/ EDWIN TAPIA

El embalse de Mazar es el segundo más grande de Ecuador y, tal como informa EFE, está en el centro de la crisis energética.

Situado en la provincia andina de Azuay, tiene una capacidad para almacenar 410 millones de metros cúbicos de agua para alimentar tres centrales hidroeléctricas cuya potencia en conjunto es de 1.757 megavatios, equivalente a más de un tercio de la demanda de Ecuador.

A mediados de abril el Gobierno reconoció que el embalse de Mazar no contaba con reservas para producir electricidad y quedó fuera de operación. El nivel del agua había bajado hasta los 2.106 metros sobre el nivel del mar, muy cerca de su cota mínima de 2.098 metros.

Según la Corporación Eléctrica de Ecuador (Celec), a inicios de este año Mazar tenía un nivel que rondaba los 2.143 metros sobre el nivel del mar, pero fue bajando de manera progresiva hasta el nivel crítico. Ahora se puede caminar por zonas que hasta hace pocas semanas estaban cubiertas por el agua, informó EFE en abril.

El embalse de Mazar, en Ecuador. (AFP).
El embalse de Mazar, en Ecuador. (AFP).

En el ámbito político, la dramática disminución del embalse no se atribuye a la sequía, pues el Gobierno de Noboa ha dicho que pudo haber sido vaciado de manera deliberada como un boicot contra el referéndum que se realizó el domingo 21 de abril.

El secretario de Comunicación de la Presidencia, Roberto Izurieta, llegó a afirmar en una entrevista con Teleamazonas que “se abrieron las compuertas” y “dejaron correr el agua”, hasta que el embalse quede inoperativo.

Pero el gerente de Celec Sur, José Gómez, descartó esa aseveración y aclaró que “la represa no tiene compuertas donde pueda haber una actuación inadecuada”.

Con todo, el Gobierno ha insistido en su acusación y presentó una denuncia por presunto sabotaje contra 22 personas por supuestamente ocultar información y no dar las alertas correspondientes frente a este escenario. Entre los denunciados figura la exministra de Energía y Minas Andrea Arrobo.

La dependencia ecuatoriana de Colombia

Comercio de energía entre Colombia y Ecuador. (AFP).
Comercio de energía entre Colombia y Ecuador. (AFP).

En abril Ecuador dejó de recibir suministro de energía que le llegaba de Colombia, país que también atraviesa una situación difícil hídrica y suspendió la exportación de corriente a su vecino.

Pero el lunes de la semana pasada, el presidente colombiano Gustavo Petro anunció en su cuenta en la red social X que su país estaba “a punto de volver a vender energía a Ecuador”, pues los embalses colombianos estaban incrementando sus niveles de agua.

Ecuador empezó a aumentar sus importaciones de energía a finales del 2023 debido a las sequías asociadas con el fenómeno El Niño.

Las centrales hidroeléctricas de Ecuador generan el 92% de la energía que requiere el país, el 7% proviene de centrales hidráulicas térmicas y el 1% de fuentes no convencionales, según datos del Gobierno.

La diseñadora gráfica Clara Escobar lleva cubos para recoger agua potable de un camión cisterna en La Calera, cerca de Bogotá, el 10 de abril de 2024. (Foto de Daniel MUÑOZ / AFP).
La diseñadora gráfica Clara Escobar lleva cubos para recoger agua potable de un camión cisterna en La Calera, cerca de Bogotá, el 10 de abril de 2024. (Foto de Daniel MUÑOZ / AFP).
/ DANIEL MUNOZ

Racionamiento de agua en Bogotá

El jueves 11 de abril se inició el racionamiento de agua potable por zonas en Bogotá, una medida que afecta a más de siete millones de habitantes.

¿Por qué se dio esta medida extrema? La razón fue que el sistema de embalses de Chingaza, uno de los principales proveedores de agua, llegó a niveles críticos a consecuencia de El Niño.

Cuando se anunció el racionamiento, los niveles de embalse estaban en un 16,63%, y la meta era que, con las medidas, para fines de abril se llegue al 20,13%.

Sin embargo, a los pocos días el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, dijo que la restricción no estaba dando los resultados esperados y endureció las medidas. Incluso dijo que el próximo paso sería el racionamiento de energía eléctrica.

Baja en los embalses por sequía en Colombia. (AFP).
Baja en los embalses por sequía en Colombia. (AFP).

“Las viviendas que utilicen más de 22 metros cúbicos de agua al mes tendrán que pagar tarifas adicionales”, dijo el alcalde. También advirtió con imponer multas de hasta 300 dólares a las personas que laven sus automóviles en las calles o realicen otras actividades que se consideren un desperdicio de agua.

Básicamente, la falta de lluvias en el centro del país llevó a las autoridades de Bogotá a tomar estas medidas.

En abril, el ministerio de Minas y Energía informó que se alcanzaron los mínimos históricos en los niveles de los embalses destinados a la generación de energía, por lo que indicó que hay la posibilidad de ordenar racionamientos.

El 70% de la electricidad en Colombia es generada por centrales hidroeléctricas y el resto viene de termoeléctricas y fuentes eólicas y fotovoltaicas.

Problemas coyunturales y de fondo

Vista aérea del embalse la Regadera en Usme, cerca de Bogotá, 16 de abril de 2024. (Foto de Raúl ARBOLEDA / AFP).
Vista aérea del embalse la Regadera en Usme, cerca de Bogotá, 16 de abril de 2024. (Foto de Raúl ARBOLEDA / AFP).
/ RAUL ARBOLEDA

Desde enero Colombia se enfrenta a una sequía sin precedentes debido al fenómeno El Niño y a otros factores, lo que causa estragos en sus recursos hídricos.

Ghisliane Echeverry, directora general del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) de Colombia, aseguró que el fenómeno El Niño no fue la única variable para haber tenido un marzo y abril muy secos, que repercutieron en mayores probabilidades de incendios y en bajos niveles de agua en los embalses que surten a Bogotá y pueblos aledaños.

“Entre los factores están el debilitamiento de los vientos debido a una anomalía térmica en el océano Atlántico”, sostuvo.

De acuerdo con , se esperaba que la temporada de lluvias en Colombia empezara en la segunda quincena de marzo, pero la zona de convergencia intertropical, en la que confluyen los vientos alisios del hemisferio norte con los del hemisferio del sur, ha estado bastante débil, lo que no permitió la llegada usual de las precipitaciones para esa época del año.

En cuanto a la infraestructura, en el caso de Colombia esta no ha sido ampliada al ritmo del crecimiento demográfico.

Además, cuando era alcalde de Bogotá (2012-2015), el actual presidente Gustavo Petro desechó, por razones ambientales, la construcción de un nuevo embalse para agua potable, recordó AFP.

En el caso de Ecuador, el consultor energético Jorge Luis Hidalgo le dijo a la agencia AFP que en el país también hay déficit de infraestructura y que los subsidios en el sector son el gran problema para avanzar.

Sostuvo que mineras y otras grandes empresas se benefician de tarifas eléctricas preferenciales, que son casi diez veces menores al precio que el Estado ha pagado por importaciones desde Colombia.

Para Hidalgo, el dinero que entra al país no alcanza para expandir la infraestructura, ni para “mantenimiento y operaciones”. Es un sistema que no deja “retorno de inversión”, explicó.