Janice Seinfeld

“Empezamos a ver una normalización, pero hacia algo que no será la normalidad. Pasaremos de normalización a no normalidad”, dijo Christine Lagarde el mes pasado, durante su participación en el Foro Económico Mundial 2024. La presidenta del Banco Central Europeo explicaba así el ánimo que, refieren los periodistas asistentes, se percibía en los debates mantenidos durante este foro en Davos, Suiza.

Ilustración: Giovanni Tazza
Ilustración: Giovanni Tazza

Y es que la economía mundial muestra síntomas de resiliencia frente a eventos como la pandemia y la invasión rusa a Ucrania –la guerra en Gaza todavía es muy reciente para medir su impacto, sin hablar de todo el resto de los conflictos menos mediáticos que deberían reclamar igual atención–. Sin embargo, la magnitud de los desafíos a los que se enfrenta el planeta es impredecible. Concretamente: la inteligencia artificial generativa (IA), el entorno geopolítico inestable e inseguro, el cambio climático, la polarización política limitante, entre otros. Son fuerzas que configuran un nuevo escenario al que la economía deberá adaptarse.

Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del citado foro, señaló en un comunicado: “Nos enfrentamos a un mundo fracturado y a crecientes divisiones sociales que conducen a una incertidumbre y un pesimismo generalizados. Tenemos que reconstruir la en nuestro futuro yendo más allá de la gestión de crisis, analizando las causas fundamentales de los problemas actuales y construyendo juntos un futuro más prometedor”. Reconstruir la confianza fue, de hecho, el lema elegido para esta edición del foro. Pero no es tarea fácil. Por ejemplo, desde hace décadas se viene pidiendo compromisos globales para combatir el cambio climático, y el avance es aun claramente insuficiente.

La gran protagonista de esta cita en Davos fue la IA, que coloca a las economías en una difícil transición entre potenciales ganancias de productividad y una gran disrupción del mercado laboral que requerirá ajustes y reacomodos importantes. Un informe publicado por el Fondo Monetario Internacional en vísperas del encuentro estimó que, a escala global, un 40% de los empleos se verá afectado por la IA, porcentaje que en las economías avanzadas sube al 60%. Por eso, el informe del FMI señala también los de que la revolución de la IA aumente la desigualdad y engrose la brecha social.

Otro telón de fondo del encuentro fue el Informe de Riesgos Globales 2024, producido por sus organizadores en colaboración con Marsh McLennan y Zurich Insurance. Elaborado tras consultar con 1.500 expertos globales, colocó a la como el mayor riesgo en el corto y mediano plazo junto con la crisis climática y los fenómenos meteorológicos extremos.

Por desinformación entienden a la acción interesada y expresa de difundir información para confundir, manipular o exacerbar a la opinión pública, especialmente relevante en estos tiempos de creciente polarización y debilitamiento democrático. Sobre esto tenemos sobrados ejemplos locales. Uno de los más recientes es el revuelo político que viene causando los testimonios del exsecretario del Ministerio Público y exasesor de Patricia Benavides, Jaime Villanueva. Todos acusan a todos, y a río revuelto…

En relación con América Latina, se puso el foco en los retos institucionales. El cambio en las reglas de juego desincentiva la inversión extranjera, que naturalmente requiere de garantías para operar. A esta incertidumbre, que impide que la región crezca más, se le añaden ahora los enormes problemas de crimen organizado e inseguridad.

“La gente en todas partes está perdiendo la fe en gobiernos, instituciones y en los sistemas económicos y políticos”, dijo en el citado foro de Davos el secretario general de la ONU, António Guterres, refiriéndose a la incapacidad o falta de voluntad por resolver desafíos como el cambio climático, la pobreza o la desigualdad. “Asuntos como el cambio climático o la inteligencia artificial son ampliamente debatidos por políticos y medios. Y, sin embargo, no tenemos todavía una estrategia global eficaz para abordar ninguno de ellos. La razón es sencilla. Las divisiones geopolíticas impiden la convergencia hacia soluciones globales para desafíos globales. […] La inestabilidad política se suma a la inseguridad económica: desigualdad e injusticia alcanzan niveles obscenos”.

¿Cómo reconstruimos tantas confianzas perdidas?

Janice Seinfeld es fundadora y presidenta del Directorio de Videnza Consultores