Pedro Castillo: Los choques con el presidente que llevaron a la renuncia del canciller Rodríguez Mackay

La decisión fue comunicada por la cancillería a través de Twitter con esta cita a Rodríguez: “Guiado por mis formas y convicciones, y luego de conversar con el SPR Pedro Castillo, a su llegada a Lima, informo que he presentado mi renuncia irrevocable como canciller”. Junto a este mensaje se compartió su carta de renuncia, dirigida al jefe del Estado.

MIRA: Aníbal Torres: las posibles sanciones si se confirma que vulneró la neutralidad electoral

Allí destacó que durante el mes y cuatro días que estuvo en Torre Tagle, su objetivo fue “revitalizar” la política exterior del Perú, “corrigiendo errores y tratando de fortalecer el derrotero de la vida internacional” del país.

Hasta el cierre de esta nota, el presidente todavía no se pronunciaba sobre la dimisión de quien fue el cuarto canciller de su gobierno en solo 13 meses de gestión. Sin embargo ambos se reunieron por más de tres horas antes de que Rodríguez Mackay hiciera pública su renuncia, de acuerdo con los registro de Palacio de Gobierno.

El mismo viernes, en un evento por el 70 aniversario de la Declaración de Santiago, Rodríguez Mackay reafirmó su posición a favor de que el Perú se adhiera a la Convención de las Naciones Unidas sobre Derecho del Mar (Convemar). Esta intención había sido manifestada por el canciller el pasado 18 de agosto durante un evento en la Academia Diplomática del Perú.

MIRA: Presidente Pedro Castillo da un mensaje que contradice a la cancillería

El último viernes, el saliente ministro expresó que sin esta convención el Perú está en una posición vulnerable. Este instrumento establece un marco para aspectos de soberanía, jurisdicción, utilización, así como derechos y obligaciones de los Estados con relación a los océanos. La polémica radica en la soberanía del mar peruano.

“La Convención está hecha para Estados cuyos niveles de protección están asegurados. No las tres millas del mar territorial del pasado, sino hasta 12 millas de mar territorial y luego 12 más de zona contigua. Y desde las 12 hasta las 200 [millas] la zona económica exclusiva. Y en las 200 completa soberanía del Estado peruano, no en 188 como se ha dicho hasta de mala fe. Completamente en las 200 millas”, dijo Rodríguez el viernes.

A su vez, cuestionó el rol que han tenido anteriores funcionarios respecto al tema Convemar. Expresó que “por cuidar sus puestos y cargos prefirieron dejarlo ahí, arrinconada la tesis. Para eso no se tiene poder y para eso no se gobierna. Hay que tener carácter en los temas de Estado y soy consecuente con lo que uno piensa. Sino nos convertimos en fantoches de nuestro propio libreto”.

Adicionalmente, manifestó que se trata de un tema que no podría ser consultado vía referéndum debido a que podría generar confusiones. “Ese es un riesgo porque si le preguntamos a la gente si prefiere las 200 millas de mar territorial que no existe, o las 12 millas de mar territorial que sí están en la Convemar van a decir que 200 es más que 12 y se acabó”, defendió Rodríguez antes de concluir su participación y agradecer “por la oportunidad”.

Mientras tanto, en Cusco, el presidente se manifestaba en contra de una posible adhesión. Más bien, señaló que se trata de información que se tenía que corregir. “Tenemos que seguir defendiendo el último milímetro que tenemos no solo en el mar, sino el territorio”, expresó el jefe de Estado.

Además, indicó que hubo “algunas informaciones que estamos corrigiendo. Voy a sentarme a conversar con nuestro canciller. No hay nada que discutir ahí. Lo que le corresponde al Perú, y más que nada con nuestras 200 millas, hay que darle seguridad e impulsar el desarrollo no solo con la riqueza del mar, sino inyectarlo en la nueva currícula. Para que sepan lo que corresponde en el ámbito”.

Esta misma posición había sido comunicada el último jueves por el jefe de Estado en su cuenta de Twitter.

La posición de Rodríguez Mackay en favor de la adhesión a la Convemar había sido manifestada en una columna que publicó, hace un año atrás, en el diario Correo.

Antes de conocerse la renuncia, fuentes de El Comercio habían adelantado que existía incompatibilidad entre Rodríguez y Castillo. Eso no solo ha sido evidente, sino ratificado con el discurso que ofreció este viernes el canciller.

Estas mismas fuentes relataron que Rodríguez había sido aconsejado, por su entorno cercano en Torre Tagle, de poner su cargo a disposición debido a estas evidentes contradicciones.

La gestión de Rodríguez sumó otros episodios en los que desde la Presidencia han reformulado la posición del Perú. Apenas días después de haber asumido Relaciones Exteriores -el 5 de agosto fue designado en el cargo- se anunció la decisión del gobierno de retirar el reconocimiento a la República Árabe Saharaui Democrática y “romper toda relación con esta entidad”, luego de casi un año de haber comenzado las relaciones diplomáticas y tras conversar con el canciller de Marruecos.

“Por no existir hasta la fecha una relación bilateral efectiva, el Gobierno de la República del Perú decide retirar el reconocimiento a la República Árabe Saharaui Democrática y romper toda relación con esta entidad”, se indicó en el comunicado publicado por el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Sin embargo, casi un mes después, esta decisión fue enmendada por el presidente. A través de un mensaje en Twitter, el jefe de Estado comunicó que el gobierno se reafirmaba “en persistir la defensa” de la autodeterminación soberana de la República Árabe Saharaui Democrática.

Esta contradicción fue señalada por el internacionalista Óscar Vidarte, quien comentó a este Diario que “no puede haber voces dentro del mismo gobierno que públicamente muestren una fractura, que no permitan entender por dónde va el gobierno”.

Previamente, el ministro Rodríguez se pronunció en contra del Acuerdo de Escazú, lo que fue luego aclarado por el titular de Justicia, Félix Chero al indicar que se trataba de una posición “personal”.

“El Acuerdo de Escazú está archivado y ahí debe estar pensando en los intereses nacionales. No soy canciller para cumplir objetivos que no sean [ajenos] al interés nacional”, declaró el canciller a RPP a fines de agosto. En tanto, el pasado 1 de setiembre el Ministerio del Ambiente, conducido por el ministro Wilbert Rozas, publicó en su cuenta de Twitter un comunicado en el que se expuso aquellos derechos que mediante la firma del tratado podían ser garantizados. Por ello, propuso un “diálogo abierto e informado” sobre sus reales alcances.