El mismo estudio de Microsoft señala que la productividad autoevaluada se ha mantenido igual o más alta en comparación con el 2020, pero a un costo sumamente alto: el deterioro de la salud de los trabajadores. (Foto: Pexels)
El mismo estudio de Microsoft señala que la productividad autoevaluada se ha mantenido igual o más alta en comparación con el 2020, pero a un costo sumamente alto: el deterioro de la salud de los trabajadores. (Foto: Pexels)
Martín Acosta González

Malena lleva más de un año y medio en , comparte sus labores contables con el cuidado de su hija y siente que no puede más. De hecho, han pasado tres horas desde su ‘desconexión’ y aún sigue respondiendo mensajes de WhatsApp y correos. Es paradójico, dice, que lo que en su momento supuso una medida de protección sanitaria para evitar contagios por el COVID-19, hoy ponga en serio riesgo su salud…mental.

reveló preocupantes signos de estrés y agotamiento digital a consecuencia del trabajo remoto. Un 54% de los encuestados señaló que se siente con exceso de trabajo y un 39% dijo sentirse realmente agotado.

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Ciertamente, en Perú el panorama es más peligroso. Según un estudio presentado por Visma Latinoamérica a inicios del 2021, un 70% de los trabajadores peruanos indicó que ha sufrido de estrés laboral durante la pandemia. Un 71% de estos asegura que a consecuencia de ello tuvo episodios de depresión.

“Si bien el teletrabajo ha brindado más tiempo en familia y una flexibilidad mayor, el agotamiento digital es una seria amenaza para los trabajadores. A muchas personas se les hace difícil separar la vida profesional de la personal, pues conviven en el mismo ambiente y con frecuencia no hay límites claros respecto a la autonomía de estos espacios”, sostiene Úrsula Peschiera, psicóloga clínica de la Clínica Internacional y fundadora de .

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La desconexión digital debería ser una herramienta para, precisamente, marcar esos límites. No obstante, una encuesta de Marsh Perú reveló que menos de un tercio de las empresas que realiza teletrabajo respeta este derecho de los trabajadores respecto al envío de mensajes de WhatsApp, correo electrónico y llamadas a sus empleados fuera de su jornada laboral y durante sus días de descanso.

“En el trabajo presencial un trabajador sale de la oficina y se desconecta hasta el otro día. Incursiona en otros espacios que le disipan la mente, lo abstraen del trabajo. Lo mismo debería ocurrir con el trabajo remoto, pero al no existir esa desconexión, las personas no terminan [de marcar la tarjeta de salida]. Los mensajes fuera de hora perturban el espacio personal, extendiendo la jornada laboral. Llenan de pendientes nuestra mente y no hay un verdadero descanso”, señala Peschiera en declaraciones a El Comercio.

El derecho a la desconexión digital, vigente en el Perú desde noviembre del 2020, faculta a los empleados a desconectarse de medios como la computadora o el celular, fuera de su jornada laboral.

GRUPOS MÁS AFECTADOS

La afectación no es igual para todos, existen grupos a los cuales las nuevas dinámicas han añadido más responsabilidades. Las mujeres como Malena tienen socialmente una carga mayor pues les es más complicado desconectarse de su espacio familiar para entrar al laboral. “Muchas tienen que hacerse cargo de la casa y de los hijos, en paralelo a sus actividades laborales”, asegura Milca Luján, psicóloga especialista en gestión de talento.

La especialista resalta que la pandemia generó una crisis laboral y temor al desempleo, agravando esta situación. “El miedo a quedarse sin trabajo hace que las personas exijan más sus límites, poniendo en riesgo su salud”, señala.

TRABAJADOR QUEMADO

El mismo estudio de Microsoft señala que la productividad autoevaluada se ha mantenido igual o más alta en comparación con el 2020, pero a un costo sumamente alto: el deterioro de la salud de los trabajadores. “Sin descanso, ni pausas, el estrés se convertirá en un estado crónico más pronto que tarde”, señala Claudia Espinoza, consultora senior de Psicología Ocupacional de Marsh.

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El estrés por exceso de trabajo se llama burnout o síndrome del trabajador quemado. Esto trae consigo ansiedad, depresión e incluso genera problemas físicos, afectando nuestro desempeño en el trabajo y nuestras relaciones interpersonales.

“Se manifiesta de manera paulatina, como una sensación de agotamiento físico y mental, y un profundo vacío personal, pese a que podemos tener éxito profesional. Hay una ansiedad desmedida, hay una falta de ganas de desarrollar otras actividades y las personas suelen ser muy críticas con su trabajo”, indica Claudia Espinoza a este medio.

Demasiado estrés durante mucho tiempo es una bomba que explotará de manera inevitable. Una de las consecuencias del burnout es el colapso, que se manifiesta a través de las afectaciones a la salud, pero también a través de las renuncias y deserciones laborales. No en vano, según la misma encuesta de Microsoft, el 41% de la fuerza laboral global considera dejar su actual empleo durante el próximo año.

¿QUÉ HACER?

Milca Luján sostiene que el estrés por sí solo no es dañino. De hecho, los niveles saludables nos ayudan a mantenernos alertas, motivados y productivos. Sin embargo, la hiperactividad sin suficiente descanso se vuelve contraproducente, negativo para nuestra salud. “Nos vuelve menos productivos, puede traer trastornos de sueño y hasta dolencias física”, señala en entrevista a El Comercio.

En esta escalada existen los niveles extremos de estrés en donde ni los días de descanso o las vacaciones ayudan a desconectarnos o recargarnos. Por ello, la especialista recomienda tomar pequeñas pausas dentro de nuestra jornada.

Demasiado estrés durante mucho tiempo es una bomba que explotará de manera inevitable. Una de las consecuencias del burnout es el colapso, que se manifiesta a través de las afectaciones a la salud, pero también a través de las renuncias y deserciones laborales. (Fuente: The Self-Investigation)
Demasiado estrés durante mucho tiempo es una bomba que explotará de manera inevitable. Una de las consecuencias del burnout es el colapso, que se manifiesta a través de las afectaciones a la salud, pero también a través de las renuncias y deserciones laborales. (Fuente: The Self-Investigation)

, por ejemplo, entre las reuniones virtuales. Pequeños espacios de al menos cinco minutos entre videollamadas mantienen nuestro cerebro más activo y sin altos niveles de estrés.

“Utilizar estos breaks para meditar y respirar de manera correcta sirve de mucho. Tomar aire y beber un vaso de agua lejos de la computadora nos despeja”, recomienda Pescheira.

Dormir lo suficiente y tomar vacaciones parecen ser consejos obvios, pero este descanso debe ser pleno y oportuno. “Debemos alejarnos del celular y no pensar en esas situaciones que nos generaron preocupación en el trabajo. No debemos esperar llegar a los límites de nuestra resistencia, sino que debemos parar antes de que sea demasiado tarde”, aconseja Milca Luján.

Un consejo no menos importante es realizar una sola tarea a la vez en el trabajo, pues varias actividades en simultáneo elevan nuestros niveles de estrés sin darnos cuenta.

Señales de estrés crónico

  • Falta de energía
  • Dificultades para concentrase
  • Preocupación constante
  • Disminución de la creatividad
  • Efectos negativos en la personalidad
  • Excesiva autocrítica
  • Desmotivación
  • Mal humor
  • Efectos negativos en la personalidad
  • Efectos físicos como dolencias musculares o caída del cabello

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